viernes, 2 de diciembre de 2011

EL ORDEN NATURAL DEL HOMBRE

¿Lo caótico del hombre tiene referencia en su origen?

Por. Enrique Aliaga Ruiz

En el presente querido lector, se intentará dar un pequeño esbozo o al menos una respuesta parcial, a la peculiar pregunta del título.
Desentrañar la pregunta será el primer paso que seguiré en esta tarea, obviamente con tu ayuda. El caos es lo indeterminado. Algunos autores lo suelen llamar desorden, el sinsentido, lo oculto y sibilino; otros pocos lo llaman lo enigmático, lo asombroso, pero todo esto ¿qué tiene ver con el hombre?, pues como sabrás el hombre es objeto de virtudes, pasiones, deseos, vicios, y en estos últimos se ve de sobremanera, los defectos del desorden. No falta quien diga que el hecho de que muchos hombres sean desordenados tiene un origen natural, y lo artifician con aquella frase burlesca: el desorden está en su naturaleza.
Ahora bien aclarado el por qué de nuestra cuestión proseguiremos, y remarco en la primera persona del plural “nosotros”, en nuestra indagación. ¿será que el hombre es desordenado por que su naturaleza así lo expone?, Indagando un poquito encontramos que el hombre es toda una estructura, que requiere de pautas estructurales, leves y fuertes, que goza de una información impuesta en su código genético y que apunta hacia un programa, el cual será el fin terreno de su entera existencia. Haciendo hincapié en el código genético, se puede afirmar que por medio de él, en el ADN destacamos los rasgos tanto físicos, como las tendencias propias del sujeto en camino, ya que en él (ADN) está fusionado el código genético del padre, como de la madre. Las opciones propias a las que este tenderá, así como sus dificultades en cuanto herencia y salud su volubilidad a ciertas enfermedades entre otras cosas.
Esto denota que en lo íntimo de su ser hay un orden
Hasta aquí solo se ha tocado el plano físico. Ahora daremos un paso más, y es el nivel en sistemas, citaremos a la digestión solo por dar un ejemplo: en ella el organismo y el metabolismo del hombre actúan de una manera sorprendente, ya que se ve como absorbe lo útil de la alimentación y separa y desecha lo que no contribuye a su buen funcionamiento. Luego tenemos los sistemas holísticos en lo cuales la organización será del todo más intencionada y cuyo orden se ve tiene una referencia directa a una inteligencia superior y ordenadora.
Pero entonces ¿por qué se ve cierto desorden?, el hombre es un ser que sabe apreciar la belleza, es por ello que en lo que no ve proporcionalidad, armonía ni belleza se siente ofuscado, a ese sentimiento de poca deleitad es lo que se suele llamar desorden.
Es común escuchar en algunas personas el empleo de la palabra “providencia” y tal término significa una pequeña distorsión favorable o adversa en el común trascurrir de la vida, de la cual no se tiene certeza alguna. Surge una nueva pregunta ¿cómo explicar este fenómeno, es desorden?, la explicación que se puede dar a ello es que en el hombre hay momentos manifiestos,  un ahora y un después, lo que se dirá en filosofía “movimiento locativo”, para ello es bueno remitirnos a la doctrina del acto y la potencia aristotélica, en la cual se ve: un antes reposado en cierta manera estático, que tiene una potencialidad, una direccionalidad hacia un fin no muy remoto. Con lo cual se puede deducir que en este plano también hay un orden ya que esa acción esperada seguirá la sucesión de pautas espacio-temporales que contribuirán a que la naturaleza en lo prodigioso de su sistema suscite algunos cambios que ha simple vista no se explican, pero que con un poco de atención son distinguibles.
Por último punto y continuando en nuestro breve ascenso a la naturaleza ordenada, llegamos al momento de la creación, esta no es desordenada, se ve en la naturaleza como argumentará el Aquinate en su quita vía acerca de la existencia de Dios, que la naturaleza es ordenada y que hace una explicita referencia a un creador, que ajusta ese timonel en una maravillosa actuación de orden y proporcionalidad.
Pero algunos autores se oponen a esas teorías, sin darse cuenta que la negación en sentido dialectico es la afirmación de una realidad desde otra perspectiva. Aunque el universo haya tenido su origen de la mezcla de algunos elementos que al fusionarse o chocar hayan producido una gran explosión no quita en nada, que ya hayan estado dispuestos para este fin, el de una nueva realidad superior, así como el puesto en lo cotidiano de un fin de semana: en el centro de una plataforma deportiva se encuentren doce jugadores y un balón, la presencia de estos da la referencia a un nuevo encuentro deportivo así también la naturaleza fue dispuesta para que se de por medio de una inteligencia ordenadora una realidad que supera las esferas de esos medios.
El hombre encuentra orden hasta en su desorden, cada quien es dueño de sus esquemas, pero de hecho que la naturaleza misma les exige una organización y ellos pondrán las pautas propias desentrañadas en sus criterios para hacerlas de lo mejor posible.   
Por lo tanto se puede concluir en que el desorden de los hombres no es por su naturaleza, ella está muy bien constituida  sino por la poca organización de sus propios esquemas y sobretodo por la poca voluntad de hacer las cosas bien.              

martes, 14 de junio de 2011

Un vistazo a la auténtica libertad

LA LIBERTAD  ENCAMINADA  A LA PERFECTA Y CONGRUENTE AFIRMACIÓN DE NUESTRO SER



Por: Enrique Aliaga Ruiz

¿Cómo entender la libertad, si existe presión en un mundo tan mecanicista?, ¿es una mera capacidad de actuar?, ¿hay determinación?, y si la hay ¿qué solución habría ante este atentado a mi existencia?
Durante mucho tiempo la filosofía se planteó estos problemas, y la verdad es que al menos en algo ha logrado disiparlos. Si bien no del todo, a puesto su mayor esfuerzo.
En el presente ensayo se tratará de exponer el modo y las soluciones que grandes pensadores dieron o al menos de manera somera a estas prerrogativas.
Se puede afirmar que la libertad es en sí el ejercicio de la voluntad, pero es muy rauda esa respuesta. Ya que instantánea como el “ajinomen” surge otra pregunta y ¿qué es eso de voluntad?; no pienses querido lector que insulto tu acervo, muy al contrario lo iré enriqueciendo o eso se intentará.
La voluntad conjuntamente con la inteligencia son facultades del alma. Gracias a ellas es que el hombre es totalmente autónomo en sus decisiones,  elecciones, en su obrar en palabras cortas en su entera existencia: su vida.
La voluntad es una facultad que posibilita al hombre a dirigirse hacia algunos fines que él considera buenos, y por consecuencia destierra otros. Inquietando a tu imaginación exhortó y os pido que imagines un parque: en este hay un niño jugando con un cochecito, pero de pronto ve que su amiguito está jugando con un balón y éste va detrás de su amigo para jugar al baloncesto, pero de pronto voltea y se da cuenta que deja tras de sí a ese pequeño cochecito que tanta alegría le ha causado por mucho tiempo y decide quedarse y continuar su actividad.
Con este pequeño ejemplo se intenta demostrar que en verdad, en la práctiva,  la voluntad mueve al entendimiento, en tal sentido que a pesar de que el niño hubiese podido ir a jugar baloncesto decide por voluntad propia quedarse con el cochecito, ya que no es cualquier cochecito es el cochecito de sus amores.
Entonces querido amigo ves como el ejercicio propio de la voluntad es la libertad de elegir entre bienes. Pero ante esto se sigue llenando de cuestiones nuestro ensayo, ya que podría surgir la duda acerca de lo bienes, pero ya que el tema es otro solo te daré una pequeñísima pizca de lo que es en sí un bien.
El bien es aquello que es deseado poseer, ya que gusta a los sentidos internos y externos, así como a la totalidad del ser. Supón que lo estoy conjugando con el término felicidad.
Boecio decía que la felicidad consiste en la posesión de aquel bien que una vez poseído no permite desear ninguno más. Y en la teología Santo Tomás dirá que es la contemplación directa de Dios. Entonces nótese que cuando se habla de un bien se hace directa y explicita referencia a lo verdadero, a lo real, haciendo una perfecta metafísica.

Se pueden dar vicios como es el caso de los bienes aparentes cuando en realidad estos no son mas que la distorción de un bien,aunque en su mayoría se dan por la carencia que hay al momento de escoger, una mala percepción o un incorrecto uno de la voluntad.
Lo mismo que pasa con la voluntad se da con la otra facultad: la Inteligencia, la cual ayuda al hombre en su conocer la verdad, “adequatio mentis ad rem”.  El hombre está llamado a la verdad es casi consustancial a su esencia ese llamado. Y como diría Heidegger, hay una apertura del ser que desea ser conocido y una mente brillante que es capaz de acoger a ese ser por desvelarse.
Remontando a los temas principales y ya entendidas las dos facultades mencionadas, se reafirma que la libertad es el ejercicio de la voluntad.
La libertad en cuanto afecta a la persona, se da en el ser y en el actuar. Cuando se habla del ser; la trascendencia, intimidad, autoconciencia del yo, auto comunicabilidad, inmanencia, autoposeción e individualidad entitativa. Y en el caso de actuar, se da la necesidad de recibir, el dialogar, la capacidad de dar, la autorrealización, el querer, expresividad, capacidad de amar, lenguaje y dominio, aunque son notas de la persona se entienden solo en el clima de libertad.
Ahora mi estimado lector, intentaré dar respuesta a lo encargado al inicio la libertad en un mundo mecanicista. Hace algún tiempo dedique un artículo al grandioso Karl Marx, en el proponía como título la solución a un problema y la generación de uno mayor. Y es que esto es muy cierto. La alienación en la que el mundo de la globalización está metido es bastante grande ya ni siquiera se sabe que traerá la tecnología. El trabajo ha logrado hacer del hombre una maquinita, sin que éste lo note. La industria de la moda de igual modo ha logrado hacer del hombre un escaparate andante, la ropa ya no es para el hombre, ahora el hombre es para la ropa. Los jóvenes solo se visten para aparentar ser diferentes, pero en realidad son epígonos de otros, pero ánimo esto se da por una mala concepción de libertad.
Francisco Altarejos en su Filosofía de la Educación. Plantea que el hombre debe imperar en sus acciones y que aunque haya autoridad extrínseca (otro que me obliga a realizar una acción)… puedo hacer uso perfecto de mi libertad. Ya que si recibo una orden y la asumo, lo que hago no es someterme, sino más bien perfecciono el mandato en acción y me perfecciono como hombre al ser realizador de actos nobles. De esa manera aunque sea mecanicista, de repetición de actos, de una máquina, podemos afianzar nuestra libertad.
 La segunda pregunta apuntaba al tema de la determinación, y me atrevo a decir que no existe; lo que sí se puede dar es una auto determinación, en la cual yo consiente de mi libertad opto irresolublemente por un bien abandonando otros, en este caso se puede poner como ejemplo el abrazar la vocación matrimonial, al hacerlo el hombre se olvida de los millares de doncellitas a las cuales pudo unirse y se reafirma con la entrega total y amorosa con su amada.
Ahora bien al tener muchas opciones por las cuales elegir se enriquece la acción de optar por la mejor.
Por lo tanto se anula la posibilidad de un atentado a la propia existencia, la libertad bien ejercida lo que hace es perfeccionar al hombre. La libertad puede darse de varias maneras, por citar un tipo de entre varias existe la fundamental es la apertura a todo lo real, a lo cual mi libertad me orienta.
Yepes Stork, plantea que la libertad bien entendida se rige en virtud de justicia y busca la plenitud, el perfeccionamiento de todos los hombres, y esta virtud se verá trascendida a la vez por el amor que es buscar la plenitud, inclusive mi inferioridad en pos de la superioridad y perfeccionamiento del amado.
Según lo dicho queda de manera implícita o al menos sugerente a tu inteligencia que el término libertad es relativo de algún modo. Ya que es imposible hablar de una libertad absoluta. No se puede cambiar el pasado de alguien, eso no depende de su libertad, ni su origen, ni su carga genética, la persona es capaz de elegir,  enmarcar y dirigir su futuro. Si lo sabe hacer que esplendido le reparará.
A manera de conclusión puedo decir que la libertad es una perfección del hombre dotado de inteligencia y voluntad y que mal entendida nos puede hacer pasar malos ratos, así que ánimo la vida es preciosa y hay que educarla en libertad auténtica y responsable porque vale la pena y reafirmándola se reafirma nuestro ser…testimonio de vida, es el secreto de una vida lograda. una vida lograda que se da con golpes de libertad, de entusiasmo, de reafirmación, podemos hacer cosas grandes, porque a eso hemos sido llamdo a la perfección.

domingo, 8 de mayo de 2011

ANTROPOLOGÍA DE LA PERSONA

LA PERSONALIDAD COMO CONDICIÓN DE POSIBILIDAD PARA LA LIBRE AFIRMACIÓN DE NUESTRO SER


Por: Enrique Aliaga Ruiz

¿Qué es la personalidad?, ¿y por qué es una condición de posibilidad?, y ¿De qué manera afirma nuestro ser?...

Si que parece complejo el tratar de responder a estas preguntas, espero en verdad tener alguna respuesta a ellas; aunque parezca paradójico el tema lo iremos desvelando juntos.
La personalidad es una de las cosas más ricas que poseemos, ya que es eso nuestra mismidad, nuestra forma de ser, lo que nos faculta a ser Jorge por ejemplo y no David; así que me atrevo a decir que la personalidad es la esencia de nuestra vida.

Además la vida nuestra es un todo unitario, la ética nos demuestra que el hombre es un ser actual, no en el sentido de actus, sino mas bien el de actitudinal, es un ser que actúa en un mundo que le pide agritos que actúe. Pero qué problema al proponer el termino actuar, no me remito al ser un actor o representante de algo, mas lejos de eso no puedo estar. Al contrario busco decir que el hombre actúa de acuerdo a unas circunstancias, a un porque, a un hacia donde, y en el discurrir del tiempo va descubriendo nuevos modos de ser.

De esta manera va configurando lo precioso de su personalidad. El hombre tiene además una intimidad que lo enriquece, esta intimidad es lo que le da mayor personalidad, es la que posibilita que este sea un alguien y no un símil… en palabras de Juan Cruz Cruz, ya que mientras mayor sea su intimidad, mayor será su originalidad su realidad, cuando él autor citado hablaba de la personalidad decía que el hombre en la medida en la que vaya resguardando su intimidad esta se irá enriqueciendo, ya que lo que hace que el hombre sea original es justamente su intimidad esta es una condición imprescindible de posibilidad para que este sea él y no una copia.

Horacio Solís en su libro “La persona, fiesta sin fin”, explica de una manera bastante asequible lo que la persona es y su forma de actuar. Por ejemplo la persona y su entorno, las vivencias que la envuelven, su quehacer; pero hasta allí no parece ser nada novedoso. Pero cuidado lo novedoso es que el da una perspectiva desde el mundo de los jóvenes. Y es que es muy cierto así como la personalidad se va formando, también en un determinado punto de nuestra existencia empieza su decadencia. Es por ello que el hombre debe aperturarse a lo nuevo, ya que el mundo va enriqueciéndose de novedades; además sabemos que lo único que no envejece en el hombre es su alma.

¿El alma?, puede surgir alguna duda ante la expresión.  ”Lo único que no envejece en el hombre es su alma”… pero ánimo que no es nada difícil. Citaré a Baruch Spinoza, este filosofo moderno, trato de dar una explicación a lo que es el alma y el cuerpo en contraposición a lo dicho por Descartes.

Descartes conocedor de lo dificil del tema, dijo que el alma y el cuepo estaban unidas y que entre ellos hay un dualismo, entonces serían como dos compoetes totalmente distintos de los cuales su comtraposición era notoria, basado en teorias antiguas, entre otras cosas.

En contraste Spinoza no unira ni separara el alma, para él no hay ni uniòn, ni separación, sino mas bien Identidad, y debido a ello estan como principios en el cuerpo, ademas de que son partes directas de la única esencia que vendría a ser Dios, cayendo en un panteísmo, en el cual supuestamente Dios sería el garante, obviamente  esto no es cierto y tanto Descartes como Spinoza erraron.

Ya que: “anima forma corporis”  el alma es la forma del cuerpo y no hay un dualismo, como tampoco un panteísmo. No somos pequeños trozos de Dios. Participamos de su esencia si pero solo ontológicamente, por el Ser. Además el alma es inmortal debido a su inmaterialidad y a su trascendencia, no se corroe, por lo tanto no envejece.

Una vez superado el tema del envejecimiento del alma y ya que se ha tocado el otro principio hablaremos del otro principio constitutivo, una de las partes más hermosas de la antropología el estudio del cuerpo y como éste condiciona a la personalidad y por ente afirma nuestro ser.

Tomas Melendo ha escrito muchos artículos acerca de cómo el cuerpo es una parte constitutiva de nuestra personalidad, remontémonos al término persona. La historia nos dice que proviene del griego πρωςoπoν, que significa mascara, da una cierta manera de comportamiento, en este caso un actuar de cara a algo (teatro), también sabemos que su raíz latina es personare, actualización de la persona como estado de derecho, eres un alguien; utilizado en la antigua Roma, pero como la conquista romana fue amplia llego hasta Jerusalén con el término   pânin que significa rostro, el Card. Ratzinger, señalo y denoto la importancia de ese término debido a que encierra la totalidad de la persona, y no solo el rostro, las manos, la postura (un saludo, una enfermedad, etc).

Ante esto agregará Melendo, que el cuerpo al ser entregado en el acto marital, se da en su plenitud, en la total entrega y correspondencia de amor. Es necesario explicitar que solo dentro del matrimonio constituido bien se da este fenómeno, por la gracia otorgada por Dios, ya que queridísimo lector, la entrega de nuestro cuerpo es totalmente especial y debido a su especialidad es que debe hacerse a ese alguien “totalmente especial”, y esa gracia de especialidad solo se da en el matrimonio.

Por que la persona es sexuada y manifiesta la integridad de su amor por ese medio. En palabras del metafísico: Nos encontramos en uno de los momentos-clave, y también más arduos, de nuestro ensayo: aquel en que nos toca considerar cómo y por qué la sexualidad expresa y da vida a la condición personal de todo ser humano.

 Aclaro de entrada, aun cuando me desvíe un tanto de nuestro tema, que el referirse a Dios entra de lleno en las posibilidades, e incluso en las «obligaciones», del filósofo como tal. Si la filosofía es un «saber de ultimidades», como en ocasiones se la ha descrito; si pretende descubrir, mediante el uso de la inteligencia, la respuesta más definitiva de cualquier realidad o suceso, al término tendrá que encontrarse con Dios... a no ser que su caminar haya errado el rumbo.

«Podemos y debemos hablar clara y directamente de Dios, en un ámbito de estricta teología natural, de metafísica del ser. Para esa metafísica -que es la de Santo Tomás de Aquino, pero no ciertamente la de la Escolástica decadente y del racionalismo subsiguiente-, Dios no es simplemente un Ser supremo, una especie de primum inter pares dentro de una serie causal. Para la metafísica del acto de ser, Dios es el mismo Ser Subsistente o Acto Puro de Ser; personal, infinito, absoluto, esencialmente bueno y verdadero y libre. Solo esta noción de Dios puede fundar una ética objetiva, universalmente válida siempre... El cristiano debe tener el valor inteligente (sin arrière-pensées) de hablar de Dios. Y el metafísico debe saber del ser lo suficiente para poder hablar también filosóficamente de Dios. El abstracto y desvaído "Dios de los filósofos" es el Dios del racionalismo: y de ninguna manera el Dios al que la inteligencia natural, bien conducida, puede llegar. Y es Dios el único porqué definitivo de toda norma ética»…    párrafo extraído totalmente del ensayo… La persona sexuada Tomas Melendo.

Creo que es de suma importancia darle el lugar a Dios que merece también en la configuración de la propia personalidad. Hasta ahora solo hemos visto la personalidad, la condición de posibilidad, y nos toca en este pequeño ensayo la Afirmación de nuestro ser.

Cuando Ricardo Yepes Stork, habla de la persona en su fundamentos de antropología habla de mucho temas importantes, antes de ello en el capitulo dos habla de la parte sensible del hombre, y hace hincapié en los sentimientos, los hábitos y dentro de los cuales aparecerán las virtudes y su opuesto los vicios.
Hablar de cada uno de ellos sería terminar nunca, y dedicarnos a un curso de antropología de modo que nos remitiremos a lo nuestro.

Que contribuye a la afirmación de nuestro ser. Creo yo que lo que nos orienta a ello es justamente nuestra vida toda, es por ello que actuamos y estamos metidos en circunstancias diversas, donde las papas queman donde lo fácil y teórico se convierte en lo meramente imposible, donde debemos elegir el bien o su contrario.

Las virtudes puestas desde un punto de vista mecanicista no son más que meras repeticiones de actos. Ahora por sentido común sabemos que eso es absurdo, ya que no tendría sentido nuestra libertad si al final estamos alienados a las cosas. Las virtudes son justamente lo opuesto son la confirmación de nuestra inclinación natural al bien.

 Pero porque se me da la gana, porque quiero hacerlo y porque me hace feliz, ya que me realiza como persona del mismo modo no altero el orden de las cosa y no es ética de la tercera persona lo que expreso, mas lejos de eso no puedo estar es más bien la ética de la primera persona en la cual uno va buscando su perfeccionamiento, orientándose a ese fin al cual estamos llamados.

Esa es la verdadera noción de virtud que se debe manejar y no es un descubrimiento al contrario es una realidad de opta y necesita de nuestra absoluta libertad y voluntad de actuar. Y el vicio viene a ser lo que atenta contra mi naturaleza, lo que hace que auto niegue mi ser, ya que no estoy orientado a eso. Podría surgir una duda y por qué tenemos vicios si estamos llamados a lo bueno, a la virtud.

La respuesta es sencilla, es debido a que nunca se manifiestan como males, sino como bienes aparentes los cuales engañan a los sentidos y como el común de los mortales somos muy “sensibles” fácilmente caemos.
Hasta el momento en apariencia he dado identidad al término hábito y virtud, pero en realidad si están bien orientados son lo mismo.

Entreguémonos de verdad sin reservas. El que ama comparte, no olvidemos como decía Vigotsky, que “no somos una isla en la maravillosa creación del ser sino mas bien somos un archipiélago (conjunto de pequeñas islas) que compartimos el majestuoso mar que nos conecta”.

Y aprendamos a conocernos “nihil volitum sine precognitum”, pero para conocer también es importante desear “sed nihil cognitum nisi prevolitum”. Es la gran paradoja del amor.

Y si te atrevieras a preguntar el cómo se ama, la respuesta sería muy curiosa… del mismo modo en el que tu aprendes a pintar: pintando, a caminar: caminando, se aprende a amar amando.         

Ánimo que tenemos la condición de posibilidad para afirmar nuestro ser, o al menos una de las tantas y es el afianzar nuestra personalidad. Hagamos un mundo primero más humano y luego mas Cristiano para que de ese modo mejoremos todos, pero antes de buscar el mejoramiento del colectivo hay que buscar el del individual. 

Nosotros como personas, amemos, pero de verdad, el amor demanda renuncia a nuestros gustos, a nuestra privacidad, alto allí. Al decir renuncia a nuestra privacidad la conjugo con el término amor, por lo tanto entre un tú y un yo, no en el colectivo.        

La vida es preciosa y nos regala un nuevo día y una posibilidad para ser lo que somos maravillosas criaturas de un mayor excelso creador.