lunes, 25 de octubre de 2010

JOHANNES DE SILENTIO

LA SOMBRA QUE PERSIGUE EL PENSAMIENTO DE UN DANES:
 Søren Aabye Kierkegaard

Por.Enrique Aliaga Ruiz

La filosofía es como bien se ha expresado el amor a la sabiduría, el amor al conocer. Paradójicamente, hay muchas personas, grandes escritores que a pesar de tener una exquisita pluma y una brillantez envidiable, optan por no hacerlo, este es el caso del gran Søren Aabye Kierkegaard un escritor formidable, muy sibilino en su forma de escribir debido al gran uso de anfibologías, pero que haciendo gala de su humildad admitió no ser filósofo. 
 En el presente intentaré reflexionar y conjugar los términos angustia y desesperación, creo que hablar del tema central resultaría caótico sin tener una idea de nuestro autor. Aabye como toda persona refleja su vida en sus escritos, aunque quiera con el tenor de su corazón evitarlo. Es por ello que al final de sus escritos se encuentra un seudónimo. Para aumentar el misticismo ya que cada vez que crea otra obra cambia este.
            Para atenuar las criticas que sobre este escrito puedan caer, tengo que reconocer que no soy más que un ensayista ensayando, quiere decir que en mis escritos no se encontrará la densidad filosófica Hegeliana, ni la belleza artística kierkegaardiana, pero tendrán un alto grado de subjetivismo, con lo cual desde el inicio expongo claramente mis posturas de pensamiento, siempre orientadas a la verdad, de la cual me siento su heraldo, no por ser portador de ella sino por ser un humilde servidor, Kierkegaard da un gran sentido a la vida. Retoma a la persona y a su existencia, debido a que el idelismo alemán había problematizado tanto en la metafísica absurda y habia abandonado en cosecuencia al hombre, que es lo verdaderamente importante para nuestro autor.

            Es por ello que el mismo creador de la obra el Hombre en busca del sentido V. Frank se verá atraído por su pensamiento y sin irnos tan lejos, Jaspers, James, Unamuno, el mismo Heidegger.
            El término que emplea nuestro autor es el de la angustia: concibiéndolo como el deseo de algo a lo que se tiene miedo, y ¿qué quiere decir esto?. Para explicarlo tenemos que remitirnos a su tesis fundamental la de los tres estadios: el estético, el ético, y el religioso.
            En el primero el hombre está pasando la parte libertina, licenciosa de su vida , es una persona que no tiene responsabilidades mayores que las de existir comer, disfrutar de la vida, sin ningún compromiso con nadie, es la etapa que Freud anhela tanto, según el estudio de su Psicoanálisis, pero ni el mismo Kierkegaard iba tan lejos, en esta etapa no se adquieren mayores responsabilidades, es la etapa del típico Dandi, que disfruta de todo sin necesidades grandes, pero aunque parezca un tanto absurdo, es la vida con mayor dosis de vaciedad,  esa vida no le llena, es una vida de placeres, pero de placeres que hostigan, se da cuenta que necesita de algo que esta mas allá

            Por poner algo concreto, una responsabilidad aunque parezca contario a todo pronóstico el hombre se hostiga al tenerlo todo, ya que se da cuenta que en realidad no tiene nada, es por ello que debe dar un salto a la sociedad. Una sociedad que le espera cargada de responsabilidades de compromisos, de deudas, de esfuerzos sin acabar, y sobre todo de entrega. Daría la impresión de un pesimismo al estilo de Schopenhauer o una nausea según Sartre. 
Pero el joven Kierkegaard se da cuenta que no puede, que le da miedo pero que necesita de este cambio, puesto que no encuentra su realización. Que hacer, se puede decir que allí el hombre atraviesa el primer estado de angustia, desea el cambio pero este le produce un temblor, de allí el nombre de su obra Temor y Temblor.
El mismo se da cuenta que en él se vive su teoría y por ello debe asumir sus responsabilidad. Pero no puede, él lo lleva la plano de su vida y al no querer comprometerse con su amada Regina Olsen, huirá a Berlín y cuando ya esté preparado para asumir la responsabilidad regresará a tomar cargo en el compromiso del matrimonio.

Pero la suerte de Søren no fue del todo la esperada, a su regreso Regina, ya se había comprometido. En ese momento se explica el porqué de sus obras Temor y temblor como una explicación al abandono de Regina, haciéndole un paralelo a Abrahán, y luego del rechazo la repetición. En este momento se entiende. Entonces notamos esa necesidad del salto al otro momento de la vida. Cada salto en la vida que se da, cada cambio ayuda a la madurez de la entera persona. En el estadio ético el hombre está dispuesto a formar parte de la sociedad, a desarrollarse como persona a adquirir logros inmediatos, a crecer en su desarrollo; Pero hasta ahora muy mediato, muy cercano, la vida no es más que compromisos, que halagos en el empleo, que subjetividad, y eso llega a aturdir, admitiré que hay mucha gente que vive de ese modo, pero no es lo ideal, si nos quedamos en el estadio ético le quitamos la trascendencia a la persona que está orientada hacia un verdadero Fin.

Volviendo a nuestro autor vemos claramente en sus escritos un espejo pulquérrimo de su vida. El salto a la vida ética hizo que él se atreviera a ver en una mujer a su confidente, a su parte complementaría, incluso en lo sexual y esto sería el punto de quiebre, para Søren ver en un mujer la plenitud.  Lo que pasa es que su entorno le ha mostrada una fea faz de este ser tan perfecto, el padre de Søren para aclarar el asunto,  le había enseñando que la mujer no es otra cosa que el enemigo de alma, el se sentía maldecido por Dios debido a su iniquidad cometida de juventud, y mostro a Aabye un camino erróneo de la unió del hombre y la mujer, creando en Søren al principio una repugnancia hacia ellas, la cual se verá disuelta por el gran amor que sentirá hacia Regina. Manera más clara de entrega no se puede ver, ahora una vez que el hombre se ve envuelto en sus logros, en sus responsabilidades, se encuentra con el pecado y en el surge la desesperación, que es justamente saberse en pecado y en presencia de Dios.

El notara que su poquedad no es digna de Dios y es por ello que cae en una profunda desesperación y por ello debe dar un salto al vacío aún más grande, pero, la desesperación y el pecado se corrigen con la fe.  La fe consiste en que el yo, siendo sí mismo y queriéndolo ser, se fundamenta lúcido en Dios.  Dios no es un Dios terrible. La existencia cristiana no se reduce al temor y temblor. Lo que hay siempre es la conciencia de la diferencia, del abismo, entre el hombre y Dios. “Ser delante de Dios siendo nada”. Claramente se ve su existencialismo, la existencia el gran problema; no podemos dejar de lado que como sabemos siempre seremos poca cosa de cara a Dios ya que él es, la grandeza elevada al infinito, por así decirlo aunque el termino puede ser criticado, además Søren critico duramente el sistema Hegeliano, aduciendo que aunque tenga el mejor esquema posible, por ser un sistema no está del todo terminado.
Esta crítica no podrá ser debatida puesto que es un argumento del todo cierto. Nótese que la presencia de Dios en Kierkegaard es imprescindible, por así decirlo ya que en todo momento se habla de él. Como todo escritor que trae toda una propuesta  cometió desajustes porque su  pensamiento está centrado en el vacío existencial, y no se requiere dar saltos dolorosos para encontrar al motor inmóvil.

Los medios no fueron los del todo adecuados, porque se podría decir que anula la libertad llegando a un determinismo, pero en sí el termino libertad se identifica con la determinación a optar por el bien, hizo metafísica sin dominar mucho el tema. Pero no deja de ser una propuesta interesante. Si hacemos un paralelo entre Schopenhauer y Kierkegaard, notamos rápidamente la diferencia. Una filosofía es del todo pesimista y la otra busca una explicación al porque de las cosas, aunque la suerte de Søren no fue del todo buena, busco la mejor salida siempre y ese es su merito.

La vida aunque parezca curioso no está determinada, definitivamente son mucho los factores que interactúan en nuestra existencia, pero de allí la importancia de la madurez del pensamiento, de allí que la providencia forme parte de nosotros. Al igual que Frank fue influenciado por Søren, Freud fue influenciado por Nietzsche, nosotros debemos influenciarnos por las reflexiones propias que saquemos, de allí que un pensamiento siempre es arrastrado por otro. Nadie escribe para hacer un daño a la cultura, pero por acrecentarla la podemos deteriorar.

En nosotros está la esperanza de un mundo y de un crecimiento intelectual, no se requiere ser genios o ratones de biblioteca, sino querer hacer las cosas bien y ser coherentes. Ya que la vida es la sombra que persigue un pensamiento.

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